Antes de la reubicación de los ángeles lampadarios en la embocadura del retablo de Nuestra Amantísima Titular se ha procedido a la limpieza de estos, los cuales presentaban grandes depósitos de polvo. Gracias a esta intervención se puede apreciar la interesante policromía además de constatar que la cabeza (casco incluido) es de barro; brazos, piernas y alas de madera y todos los ropajes de tela encolada de exquisita labor.
En esta serie de fotos podemos ver los resultados de la limpieza y algunos detalles imperceptibles desde el suelo:









No hay comentarios:
Publicar un comentario